Oración Del Maestro Cantero

Enséñame, Gran Arquitecto del Universo,

a bien usar para trabajar

el tiempo que me das

y a bien emplearlo

sin perder nada (de él).

Enséñame a beneficiarme

con mis errores pasados

sin caer en el

escrúpulo que corroe.

Enséñame a prever el plan

sin atormentarme,

a imaginar la obra sin desolarme

si ella surge luego de otro modo.

Enséñame a unir la prisa y la lentitud,

la serenidad y el fervor,

el celo y la paz.

Ayúdame en el momento del

comienzo de la obra,

momento en que soy más débil.

Ayúdame en el corazón de la labor

a mantener ajustado

el hilo de la atención.

Y, por sobre todo, llena Tú mismo

los vacios de mi obra.

Gran Arquitecto del Universo

en toda la labor de mis manos

deja una gracia de Tí para

hablar a los otros,

y un defecto mío

para hablarme a mí mismo.

Conserva en mí

la esperanza de la perfección

sin la cual perdería mi ánimo.

Consérvame en la

impotencia de la perfección

sin la cual

me perdería en el orgullo.

Purifica mi mirada:

cuando hago mal

no es seguro que esté

mal y cuando lo hago

bien no es seguro que

esté bien…

Gran Arquitecto del Universo,

enséñame a orar con mis

manos, con mis brazos y

todas mis fuerzas.

Recuérdame

que la obra de mis manos te

pertenece y que me pertenece

el devolvértela como ofrenda.

Si yo obro por amor del beneficio

como un fruto olvidado

me pudriré en el otoño.

Si yo obro para complacer a otros

Como la flor de la hierba

me marchitaré en la tarde.

Pero si obro por amor al bien,

en el Bien permaneceré.

Y el tiempo de hacerlo bien

y a Tú Gloria ya está aquí.

Amén